domingo, 28 de junio de 2015

euroSemanita: descubriendo Génova

En este viaje, Génova fue esa parada que decidí a última hora, simplemente porque vi el mapa y el nombre de la ciudad me sonó de algún lado, no se si de algún juego o qué, pero simplemente se me antojó ir y fue una excelente decisión, después de salir de Milán hice una parada aquí antes de llegar a Florencia, aun bajo la lluvia pero disfruté como pude.

Al llegar a la estación, empecé a caminar por las calles de la ciudad en dirección a la oficina de turismo, aquí descubrí por qué me sonaba la ciudad... ¡allí nació Cristóbal Colón! justo el primer monumento que vi era en honor a él.

Luego de ver un poco de los antiguos palacetes de los acaudalados que vivían hace unos años aquí llegué a la Casa de Colón, la verdad que para ser el descubridor del nuevo mundo, la casa donde nació son unas ruinas totales, simplemente se ven las columnas de una parte que aún queda en pie, luego han construido un pequeño recinto con un museo, que no es la gran cosa, la verdad pensé que encontraría más por estos lados.




Luego de pasar por las murallas de la ciudad llegué a la Piazza Ferrari, donde esta la fuente insignia de la ciudad que como para variar estaba apagada... así que me tuve que conformar solo con una foto con la estructura.

Después de recargar baterías almorzando me sumergí en las estrechas calles cercanas al puerto, he de admitir que esta ciudad me recordó mucho a Cádiz, una ciudad de playa, con edificios altos y antiguos y aquellas calles empedradas que le dan un toque espectacular.

Como aún quedaban un par de horas para salir a Florencia, aproveché para ir al Acuario que era muchísimo más grande de lo que creía, habían muchísimas especies de peces, medusas y rayas; unos delfines muy juguetones, pingüinos, focas y hasta tiburones! Lo que más me gustó fue el estanque de Nemo, donde tienen todas las especies de la peli en una sola pecera, hasta con el pez globo... espectacular!



A la salida habían varios barcos y galeones anclados a la orilla, algunos eran restaurantes flotantes y otros eran auténticos barcos, con todo y las velas, cosa que en estos tiempos pensé que ya no se veía.

Llego la hora de tomar el tren, prossima fermata: Firenze!


euroSemanita: de caminatas por Milano



Luego de la parada obligada por Lyon, finalmente llegue a Milan... He de admitir que es la segunda vez que entro a Italia por tren y los paisajes son simplemente hermosos, tienen un encanto indescriptible, cuando el tren hizo la parada en Torino, fue difícil reprimir el impulso de bajarse allí ...

Una vez instalado en el hotel en Milan, comenzó la caminata, tenía programada la visita al Cenacolo Vinciano, llegar donde se encuentra pintada la ultima cena de Da Vinci, yo creía que es un cuadro, pero no resulta que es un mural, tampoco es muy grande y por la misma forma en que ha sido pintad, su restauración es casi imposible, por eso la cuidan mucho pensar que en de mo,entro estaba en la habitación donde un de las mentes más brillantes de allá por 1500 había plasmado su trabajo.... "Ufff lo flipas chaval..."

Una vez cumplido esto tocaba el Duomo, Milan es una de las ciudades al que siempre había querido ir y esta iglesia siempre me ha llamado la atención, luego de caminar un poco desde donde estaba y de encontrarme casi que todas las banderas por la expo-milano llegué a la piazza, empezaba a atardecer, por lo que se veía hipnotizantemente precioso.

Justo al frente están la Galleria Vittorio Emanuele donde están las tiendas insignia de la moda italiana,  y luego de ver el video del Planeta Zara tenía que ir a una de las tiendas insignia de esta marca y la verdad que si ... es muy diferente a las demás, bastante mas glamorosa.

Al día siguiente tocaba subir a las terrazas del Duomo, desde donde hay unas vistas espectaculares de la ciudad, además debajo de la iglesia están las ruinas de la muralla antigua. Algo que me encantó fueron las baldosas, cada una es una especie de mosaico, donde han cortado las piedras para que encajen una dentro de la otra.

Después de aquí me fui a conocer el estadio Giussepe Meazza y aprovechando el doble museo que hay allí ya que el tanto el AC Milan como el Internazionale di Milano comparten el estadio; así que tienen ambos museos en un solo estadio.

La comida no se quedó atrás, aprovechando para comer pasta (con lo que me encanta) a un buen precio y buscando restaurants tradicionales.