
Primera parada el eurotrip versión 2.0, y como mas vale lo viejo conocido, empezamos por una ciudad conocida y una de mis favoritas... París!
Esta vez no pienso tomar ningún avión, si no que todos los recorridos son en tren, con un pase Eurail.
Llegamos prácticamente el sábado en la madrugada a París, menos mal que el hotel esta en una zona con mucha vida nocturna y logramos encontrar abierto algo para llegar a cenar.
El Hotel estaba muy muy muy bueno, comparado con la vez pasada que estuve en la ciudad por estas fechas, era más barato y con instalaciones muchísimo mejores.
El principal motivo por el que regrese este año, fue para poder visitar las catacumbas de Paris, que la vez pasada me había quedado con las ganas por tiempo, así que la primera parada del sábado, lógicamente fueron las Catacumbas... No es una de las mayores atracciones de París, comparado con la torre Eiffel o el Museo del Louvre, pero si toca hacer fila un buen rato, por llegar un poco temprano esperamos nada mas quizás unos 40 minutos, pero según he leído, puede haber filas de hasta una hora y media.
Ahora, si hay que esperar tanto y no es algo tan famoso, porque tomarme la molestia? Las catacumbas son un lugar muy singular, resumiendo un poco su historia, son las alcantarillas antiguas de París, por lo tanto recorren casi toda la ciudad bajo tierra; en un momento de la historia, los cementerios de la ciudad estaban colapsados, la gente ya no cabía. Dado que estas alcantarillas ya no se usaban, se decidió tomar todos los huesos de los cementerios y apilarlos en las catacumbas, formando así una auténtica ciudad de huesos, caminos y caminos por estos pasajes subterráneos; la cantidad de huesos es descomunal, al principio da un poco de "cosa" estar entre tanto hueso y calaveras que te observan y aunque esta prohibido tocar, al menos a mi no me nacía hacerlo jaja.
Se supone que la visita cubre únicamente 1/800 parte del total de las catacumbas, por lo que realmente no me logro imaginar que tanto hueso habrá esparcido por toda la ciudad.
Dejando un poco el lado creepy de las Catacumbas, una vez de vuelta en la superficie, caminamos a los Jardines de Luxemburgo, por estar terminando el otoño casi ningún árbol tenía hojas, pero me imagino que en primavera ese lugar debe ser todo un espectáculo, caminamos y caminamos para llegar a Notre Dame, esta vez pude ver un poco mas de la catedral, ya que tenía más tiempo para verla jaja no entre pero si pude apreciar mejor las gárgolas y toda la fachada.
Seguimos por las calles de París, hasta llegar al Museo del Louvre, otro de mis lugares preferidos del mundo.
Casi llegando a la Plaza de la Concordia se nos vino a la mente el rentar una bici... Mucha gente suele andar en bici en París y los caminos están bien definidos... Eso si, al menos yo tenía más de 10 años de no subirme a una bici que no fuese la del gimnasio (a la que tampoco me subo tan frecuentemente); ¡alguien debió haber grabado los primeros 500m que recorrí en la bici!

Claramente es algo que no se olvida, pero que requiere practica hahaha no lograba dar mas de tres pedaleadas sin poner un pie en el suelo, y eso de ir en línea recta? Ni pensarlo, un completo atentado a la seguridad; bueno pero luego de un par de metros y de no menos de tres reajustes al asiento, logre cogerle el ritmo hasta poco a poco empezar a disfrutarlo, extrañaba tanto esa sensación, y verme pedaleando a orillas del Sena... No puedo evitar una sonrisa de oreja a oreja solo con recordarlo.
Fuimos a visitar la casa de Nicolas Flamel, no es una gran atracción, porque lo único que hay es un restaurant y una placa conmemorativa, pero luego de leer un par de libros sobre el, es una parada obligatoria.
Luego de regresar con la bici a los Campos Elíseos seguimos caminando por todo el mercadillo de Navidad, donde se puede encontrar muchas cosas... Desde un queso turquesa, hasta muñecas rusas. Luego de caminar un poco mas llegamos al Arco del Triunfo, yo lo recordaba un poco mas pequeño aunque en dos años no creo que haya crecido jajaja.
Empezó a llover un poco así que tuvimos que irnos en metro hasta la Torre Eiffel, luego de un par de fotos regresamos al hotel a buscar ropa un poco mas abrigadora para salir a buscar cena.
Caminando cerca del hotel, de repente empezamos a notar mas moviemiento de gente y me di cuenta que habíamos llegado a la calle del Mouling Roge, había una fila increíble para entrar y había demasiada gente al rededor, a todo esto ya era casi media noche, así que ya tocaba ir a recargar baterías para el domingo.
Al día siguiente luego de desayunar, emprendimos el camino hacia la Basílica del Sacre Cœur luego de subir esa infinidad de gradas hasta el lugar, se tiene una vista increíble de París, solo así te logras dar cuenta de lo gigantesca que es la ciudad, luego de un par de fotos, agarramos camino a los campos elíseos, ahora tocaba verles de día, luego nos fuimos hacia el río, buscando la Torre Eiffel, también para verla de día, creo que por ser domingo había más gente que el día anterior, pero si estaba llenísimo.

Aquí nos sentamos a pensar que mas ver, y empezamos a pensar en. Películas rodadas en París, me acorde que en National Treasure 2 van a la Estatua de la Libertad de París, así que tocaba ir a buscarla, tuvimos que caminar un buen rato, cuando en el camino llegamos a un puente que parecía conocido... ¡Claro, el puente de Inception! Yo no podía estar más contento, jamás se me cruzo ese puente en la cabeza y por casualidad lo encontramos. Luego de un par de fotos y caminar otro poco, llegamos hasta la estatua.
A este punto llegamos a una zona muy diferente a la turística, así que nos aventuramos a conocer por allí, la perspectiva de la ciudad de esta zona es muy distinta, una zona más tranquila, con parques mas silenciosos, niños jugando, esa parte alejada del turismo, que te permite ver como es la vida cotidiana de un parisino.
Poco a poco fuimos retornando a la zona turística, y emprendimos camino hacia Les Invalides, un palacio gigantesco muy de estilo parisino (obviamente), luego de buscar algo para cenar llegaba la hora de volver al hotel, para recargar baterías y preparar la maleta.
A la hora de salir, todo salió sin preocupaciones, salvo que el tren estaba retrasado, que no fue mas que esperar unos minutos mas para salir; la estación de Gare de Lyon esta muy cambiada desde hace dos años que estuve en ella, muy de toque moderno, hasta podría parecer un aeropuerto... De aquí partimos a Zurich, donde nos espera Martina para seguir con más aventuras....