En Turín hice tanto y vi tanto que no sé ni por donde empezar, pero creo que el principio es una buena opción.
Luego de que me dejara el tren en Paris, tuve que esperar un día más para llegar a Turín por lo tanto los planes que tenia armados tenía que modificarlos bastante porque tenía un día menos para ver todo lo que quería. Llegar a Italia en ese tren fue lo máximo, a pesar que el tren estaba sobrevendido y tuve que ir un buen rato semisentado entre dos vagones (por lo visto es común que les pase porque ya hay hasta una zona que no va numerada), ver todas las montañas cubiertas de nieve, pueblitos pequeñitos (que no puede evitar recordar el pueblo de Heidi), las vias del tren repletas de nieve, wow fue increíble, estaba tan emocionado al ver todo eso que no se me ocurrió tomar ni una tan sola foto, lo pensé hasta que llegué a Turín y creo que era porque aun iba un poco dormido.

Una vez llegué a la Porta Susa de Torino, me embriagó ese sentimiento de satisfacción ¡ESTABA EN ITALIA! algo que siempre había soñado con cumplir y resulta que lo logré, solo llegué al hotel, literalmente a tirar mi maleta, a ponerme otro sueter porque estaba muy helado (entre 2 y -3 °C).
Lo primero que hice fue buscar la oficina de turismo, que por cierto estaba un poco lejos de mi hotel, por lo que tuve que tomar bus, en este caso un tranvía ☺ mi sorpresa fue, que no tenía máquina para pagar y el motorista iba en su cabina sin comunicación por lo que no encontré modo de pagar, me fui así hasta llegar a la Piazza Castello (perdón si de aqui en adelante meto muchas cosas en Italiano pero me encanta ese idioma), y pues la oficina de turismo estaba espantosamente llena, ya luego de unos 15 minutos logré conseguir un mapa y preguntar cómo tenía que llegar a Colle Bosco (ya había visto en internet pero más valía preguntar de nuevo), mi sorpresa fue cuando me dijeron que no había autobuses al día siguiente para ir allá, en ese momento se me desmoronó el mundo, pero no me dí por vencido y fui a la supuesta parada del autobus, y según el horario si habia autobus para el próximo día, asi que busqué un teléfono público y decidí llamar, con una mezcla de italiano-inglés-español logré entenderle a la chera que me contestó que si había autobus ida y vuelta para el sábado.

Ya un poco más tranquilo decidí ir a la Basílica de Maria Auxiliadora, que otra vez estaba en la otra punta de la ciudad, pero esta vez caminé para tener una que otra vista de como es Turín, luego Barcelona y Paris dos ciudades meramente turísticas, Turín me pareció un respiro enorme, una ciudad tranquila, callada pero con cosas que hacer, era simplemente lo que necesitaba.

Llegar a Casa Madre fue como todo un sueño, siendo Salesiano de casi toda la vida, estar allí donde todo empezó, era algo que toda mi vida había soñado con hacer. La Basílica particularmente es una de mis Iglesias favoritas, es muy muy grande y se siente esa enorme sensación de felicidad y alegría al estar allí, es un lugar mágico que te ayuda a sentirte lleno de felicidad por estar allí. Aquí pude visitar las Reliquias de Don Bosco, de Maria Mazzarello y de Domingo Savio. Aprovechando que había misa me quedé a escucharla, entendí dos que tres algunas cosas porque el italiano se parece al español y porque hay algunas que ya me sé de memoria, pero definitivamente tengo que aprender a hablarlo. Al salir de aquí me fui a buscar cena porque ya eran casi las 8p.m. Allí fue cuando me di cuenta que habia perdido mi gorro, puya senti super feo, me lo habían regalado para mi cumple y me estaba siendo más que útil y de repente desapareció.
Como ya era un poco tarde no pude ir ese día a la otra parte de la casa, donde está la que fue habitación de Don Bosco, su oficina y eso, por lo que tuve que volver al día siguiente.
Me fui bastante temprano a dormir ya que el autobus salía a las 7:30am hacia Colle Don Bosco y me quedaba como a 40minutos la parada de autobus, y como ese día me iba de la ciudad tenía que dejar lista mi maleta solo de llegar a recogerla.
Ya una vez estaba en camino estaba emocionadísimo, el camino tomaba como una hora y media desde Turín, ya una vez llegué si hacía mucho más frío que en Turín, llegué al escritorio de información y me dijeron que los padres que hablaban español no estaban, así que me tocaría hacer solo la visita, ni modo no iba a dejar que eso me frenara si ya estaba allí. Visité la Iglesia que es muy grande y está dividida en dos, un Templo Superior y uno Inferior, aquí se encuentra la Reliquia de Don Bosco en el lugar donde se asume que nació en 1815. Luego visité la que fue casa de infancia de Don Bosco, aqui hay un pequeño museo de la vida de Don Bosco, y está la habitación donde tuvo el sueño de los 9 años. Luego hay otro museo, pero este es más de la vida en Turín en la época y aquí está la habitación de Don Bosco en casa de su hermano, algo que me impresionó muchísimo de aquí es que el piso de su habitación tiene el mismo diseño del piso de mi colegio, solo cambian los colores; no sé si será casualidad o que pero me llamó muchísimo la atención.

Luego visité el Santuario de María Auxiliadora, que aparenta ser más grande pero por dentro es muy pequeño y acogedor, ideal para meditar un rato. También visité el prado de los 9 años, donde Don Bosco tuvo el sueño que le indicaría cual iba a ser su vocación. Además estuve en el Museo Misionero Etnográfico, donde hay diferentes artículos que se han enviado desde las diferentes misiones salesianas alrededor del mundo.
Ya de regreso otra gran aventura, el autobus tiene su terminal en Castelnuovo, allí tuve que cambiar para que me llevara directo a Turín, pero yo no sabía y al chofer no se le ocurrió decirme, así que luego de dos horas de camino fui a parar a Asti, desde donde tuve que tomar un tren para llegar a Turín de vuelta. Ya de vuelta en Turín tenía que ir a terminar de visitar Casa Madre, así que me fuí hacia allá para poder ver los apartamentos de Don Bosco, el lugar donde murió, la sala donde se inició oficialmente la congregación de los Salesianos. No tengo palabras para expresar lo increíble que es estar allí, donde empezó todo.
Aprovechando que ya estaba allí se me ocurrió preguntar si habían visto mi gorro, total lo más que me iban a decir era o que no estaba o que no entendían de qué hablaba (porque no hablaban más que italiano) y en efecto jaja no me entendían, luego como de 5 minutos haciendo señas, apareció un sacerdote que entendía español, y ya me dijeron dónde y cómo tenía que preguntar, y encontré mi gorro!
Al final no se si algo o alguien se había propuesto que no me gustara Turín, de entrada me deja el tren, el lío con los buses, pierdo mi gorro, me perdí varias veces jajaja pero al final lo disfrute y muchísimo!
Ya luego se me estaba haciendo un poco tarde, y tenía que salir a recoger mi maleta y de vuelta a la estación, compre algo de cenar y me fuí hacia allá, ansioso de mi siguiente destino..... Venecia